Hay que aceptarlo, nos gusta llamar la atención, nos gusta que los demás vean que tenemos el mejor carro, la mejor casa, que vamos a los mejores restaurantes, que nos divertimos, que somos interesantes.
A mi también me gusta, aunque desde hace varios años intento que este sentimiento no me domine, y esto es en parte gracias a dos cosas: Haber empezado a practicar el minimalismo y haber leído el libro El millonario de la puerta de al lado, de Stanley y Danko.
Un día, un empresario exitoso nos contó su historia de éxito, comenzó desde cero, trabajó como ninguno día y noche y le empezó a ir bastante bien, tan bien que se mudó a una de las zonas más exclusivas de la ciudad, el problema es que (y esto nos lo contó él) su modo de vida y sus gastos se incrementaron, ahora debe pagar una casa más grande, va a restaurantes y fiestas más caros, una escuela más cara para sus hijos, un auto de mayor precio, etc. todo para “estar al nivel” de los demás de la zona, el señor tiene todo mi respeto, pero ahora, en vez de gozar y tener más tiempo libre con su familia, sigue trabajando como ninguno día y noche.
El millonario de la puerta de al lado lo resumiría en una frase: “Intenta tener 4 veces más dinero que tus vecinos”, la verdad no recuerdo si era 4 u otro número, pero en realidad no importa, no pretende ser un número exacto y ni siquiera se refiere a compararme con mis vecinos, recuerda que el que entra al juego de compararse ya perdió, a lo que se refiere es a vivir por debajo de tus posibilidades, ¿me llegó un aumento? ¿mi negocio empieza a ser exitoso? aprovechar eso para vivir más holgado, con menos preocupaciones, en vez de cambiar mi estilo de vida agregando gastos que antes no necesitaba, ser “El millonario de al lado” que nadie sospecha.
Por supuesto que trabajamos para darnos gustos, pero una cosa es darse gustos y otra es derrochar “porque ahora me alcanza”, es muy distinto aumentar tu estilo de vida para ahora poder comer lo que se te antoja, no sufrir por deudas y tener la paz de saber que tu familia estará bien, que aumentarlo para ahora tener un Audi y seguir estresado porque ahora tu deudas es mayor y sigues batallando para pagarlo.
Nada contra el Audi, también pienso que son hermosos, si es tu sueño y te alcanza date.
He discutido esto con amigos y algunos han estado en desacuerdo, su opinión es que llevar una vida de más “alto nivel”, te mantiene con ambición para hacer más dinero, esto es muy válido y habrá a quien le sirva, a mí no, en mi opinión tiene dos desventajas: la primera es que nunca encontraría mi suficiente, no importa si ahora “escalé de clase”, siempre seguiría estresado en la carrera por más y más, y mi carga de trabajo nunca disminuirá, la segunda es que esta idea no está peleada con hacer más dinero, siempre estoy buscando maneras de ganar más o de hacer buenos proyectos, pero no para poder pagar un carro más caro, sino para estar más cómodo, tener lo necesario y vivir en paz.
Lo que quiero decir es que en lo personal prefiero intentar vivir holgado llevando una vida por debajo de mis posibilidades (claro, sin limitarme con las cosas esenciales como comida, salud y libros 😁), que aumentar mis gastos proporcionalmente a mis ganancias y llevar la misma vida de estrés.
Bonus: No es sobre lo mismo pero hay una frase que me ayuda cuando pienso hacer algo solo por vanidad y no porque realmente lo quiera, no recuerdo en qué libro lo leí: Cuando ves a alguien en un auto de lujo, no piensas “qué chingón es ese tipo que va manejando”, ni siquiera te fijas en el conductor, solo piensas “qué chingón me vería yo en ese auto”, lo mismo pasa con la ropa, las casas, etc.