Esta es una pequeña anécdota que hizo que mi ego se retorciera de dolor, pero además la comparto porque fue una experiencia que siempre recuerdo.
Hace unos años fuí a una visita industrial como parte de un grupo de emprendedores al que pertenecía, es una empresa que fabrica carrocería e interiores de autobuses.
La dueña de la empresa nos recibió amablemente y nos mostró las instalaciones, que eran impresionantes, sobre todo porque desde afuera parece una simple bodega, nos habló del proceso y de que sus autobuses se usan en todo el país.
Estuvo genial y agradezco haber ido, no sabía que en mi ciudad se hacían este tipo de cosas. Solo que hubo un detalle que se me quedó grabado y aún seguimos bromeando sobre ello:
Al final de la plática la señora nos dijo a todos que pusiéramos nuestras manos con las palmas hacia arriba, luego con su mano fue tocando nuestras palmas y al terminar dijo “Tocando sus palmas sé quien es trabajador y quien no porque la gente trabajadora tiene manos callosas”, 💥, no puedo decir que no me dolió en el mero ego. Soy programador, mi trabajo siempre ha sido principalmente mental, tengo la suerte de que mi trabajo es 80% pensar y 20% escribir código en una computadora, y muchos de mis amigos hacen lo mismo, ¿se podría decir que no somos trabajadores porque no tenemos manos callosas?.
No mentiré, al principio hasta me enojé, aunque no dije nada, pero luego, pensando de manera fría, me dí cuenta de varias cosas:
- No fue personal y no debí tomarlo como tal, no fue un ataque contra mí, fue solo un comentario hecho sin pensar.
- Tendemos a dar prejuicios sobre ciertas cosas de acuerdo a nuestra experiencia de vida y decimos cosas o tomamos decisiones basándonos en ellos, sin detenernos a pensar antes, en este caso ambos tuvimos un prejuicio: la señora creció en un tiempo y región donde unas manos sin callos eran sinónimo de alguien que no trabajaba y asume que así sigue siendo. Mi prejuicio fue que lo había dicho atacando a los que no tenemos manos callosas y por eso me enojé. Hay que evitar que los prejuicios puedan más que la razón.
- Tal vez al decir “trabajadores”, la señora se refería solamente a trabajo manual y yo supuse que se refería a alguien trabajador en general, mi acuerdo favorito dentro del libro “Los 4 acuerdos”, es “No hagas supocisiones”, aquí creo que fallé y si es el caso es más error mío que de ella.
- Lo que alguien diga de uno no cambia lo que uno es, incluso si la señora me hubiera dicho flojo directamente a mí, no cambia el hecho de que yo sé que sí trabajo aunque mis manos no lo reflejen.
- De todo se puede sacar una buena anécdota y las cosas no son tan malas como parecen al principio, cada vez que veo a mis amigos que estuvieron allí nos reímos del asunto.
Así que esta es la anécdota de cuando me dijeron flojo 😂, espero que te haya gustado, si es así te invito a suscribirte al Newsletter para avisarte cuando haya nuevos artículos.