Vender es una de las habilidades que más se me han dificultado, pero he aprendido que es una de las más valiosas y si quiero darle al emprendimiento es algo que tengo que hacer.

Durante mis emprendimientos he tenido que vender constantemente, pero hay uno en particular que tuve que hacerlo con más empeño porque involucraba ir a visitar a los clientes en persona, se trata de cuando lanzamos Menumy, esta era una aplicación móvil para mejorar el servicio en restaurantes, podías ordenar y pagar desde tu mesa sin tener que esperar al mesero, al final Menumy no despegó (aquí las razones por si te interesa), pero es uno de los emprendimientos que más aprendizaje me ha dejado.

Como dije, para vender esta app tenía que visitar a los restauranteros en sus locales, al principio confieso que incluso me temblaban las piernas, conforme veía más clientes los nervios bajaron pero nunca totalmente. Hay decenas de anécdotas que puedo compartir sobre esto, como la vez que fuimos a otra ciudad y olvidé los folletos y las tablets que usábamos y me dí cuenta después de casi 3 horas de camino 😂, pero en esta ocasión quiero compartirte 3 experiencias de ventas, una buena, una mala y una fea.

  • La Buena

Esta nos pasó en Guamuchil Sinaloa, fuimos a vender la app a los restaurantes de la ciudad y nos encontramos con que todos fueron muy amables, a donde íbamos incluso nos ofrecían algo de comer o tomar, hicimos dos ventas en dos restaurantes con cuyos dueños siempre estaremos agradecidos y con quienes entablamos una buena amistad: Los restaurantes de Doña Licha y Güero Roll, sus dueños no solo nos compraron el producto y creyeron en nosotros a la primera, sino que además se dieron el tiempo de platicar con nosotros, nos invitaron a comer y nos dieron consejos sobre como administrar un restaurante, los visitamos en varias ocasiones y en todas nos trataron de lo mejor. En otras ciudades también nos atendieron muy bien, pero esta la recuerdo con especial gusto y siempre que paso por Guamuchil trato de comer ahí, también en Culiacán Güero Roll tiene sucursal y se ha convertido en mi sushi favorito.

  • La mala

En muchos restaurantes no nos atendían, diría que en la mayoría, es entendible porque los dueños siempre están ocupados, tienen cosas que hacer y nuestro producto era muy novedoso, al punto de ser arriesgado, pero la peor experiencia de ventas que vivimos fue en un restaurante que se llama Cervecería Chapultepec, en este lugar nos dijeron que sí nos atenderían, pero que el dueño estaba en una reunión y teníamos que esperar a que saliera, ¡esperamos por CUATRO HORAS!, el señor salió y ni siquiera nos dirigió la palabra, cuando le hablamos solo levantó la mano como diciendo “habla con mi mano”, y se alejó, fue algo muy frustrante.

  • La fea

Esta fue más chistosa que otra cosa, íbamos caminando y buscando restaurantes con el calor de Culiacán, entrábamos en uno y explicábamos nuestro producto, lo que hacía y los beneficios que le podía traer al restaurante. Llegamos a un restaurante llamado La Molcajetería, entramos y nos recibió un señor de la tercera edad, empezamos a explicar la app y el señor nos detuvo, luego nos pegó una de las regañadas más grandes que he recibido en mi vida, incluso más que de mi mamá 😂: El señor empezó a decirnos que si por qué nosotros, que ni siquiera sabíamos nada de restaurantes, queríamos hacernos los expertos y decirles a ellos como manejar los locales, que si queríamos reemplazar a los meseros, que éramos unos desconsiderados, y encima arruinar la gran tradición restaurantera del servicio al cliente cara a cara, tratamos de explicarle que la app no era para todos y nuestro objetivo era atender a los que quieren un servicio más rápido, pero fue inútil, casi nos da una patada. Esta no la considero como mala experiencia, solo chistosa.

  • BONUS: La cool 😎

Agregaré esta porque también me parece curiosa, en ventas hay un término llamado raport, que significa hacer buenas migas con el cliente para que te compre, caerle bien. En una de las muchas visitas fuimos a un sushi (no recuerdo el nombre), y el dueño nos atendió de mala gana, literalmente nos dijo “apúrense porque solo tengo 15 minutos y la verdad no tengo intención de comprar”, yo acababa de aprender qué es el raport y pensé en ponerlo en práctica, el dueño era un muchacho joven de unos 30 años, mientras le explicábamos estaba mirando su celular sin ponernos atención, entonces miré que en su celular traía una foto de una combi de esas hippies, le pregunté que si era suya. Lo que siguió fue una conversación de más de una hora sobre combis, grupos de personas que las exhibían, lugares donde podía verlas, etc, al final compró la app 😂.

En las ventas hay de todo, buenas y malas experiencias, recibes tantos “NO” que te da algo de humildad y te hace menos suceptible a las negativas, te ayuda a hacer buenos amigos, pero sobre todo te da dos cosas: Buenas anécdotas y un gran aprendizaje, y aunque aún no me siento cómodo, es una de las principales habilidades que te recomiendo aprender porque te va a servir toda la vida, como nos dijo uno de los dueños de los restaurantes: “El que sabe vender y cocinar nunca se quedará sin trabajo”.