Contando mi pueblo natal, he vivido en unas siete ciudades diferentes, en dos de las cuales viví solo, o bueno, con roomies pero sin conocer prácticamente a nadie en la ciudad.
Creo que salirte a vivir a otro lugar por tu cuenta en alguna etapa de tu vida es algo bueno para tí y lo recomiendo mucho. Aquí pongo algunas de las razones que se me ocurren en este momento:
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Conoces a muchas personas. Creo que esto es lo mejor, a pesar de considerarme introvertido, tengo amigos en muchos lugares: Por todo México y Estados Unidos e incluso en países más lejanos como Canadá, Japón o Dubai, a la mayoría de ellos les tengo la confianza de preguntarles si puedo pasar unos días en sus casas 😅.
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Conoces muchas culturas. Incluso dentro del mismo país la cultura es muy distinta entre el norte y el sur, conoces todo tipo de costumbres, comes comida de muchas variedades y aprendes un montón, si eres emprendedor esto te puede servir para implementar ideas en tu lugar de origen.
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Te das cuenta de lo que se puede mejorar en tu ciudad natal. Soy de Sinaloa, ya con eso se dice mucho sobre los problemas que tiene mi estado y mi ciudad, pero créeme cuando te digo que antes de salir de ahí no sabía que esos problemas fueran tan graves, y al volver me dí cuenta de que muchos siguen “ciegos” a ellos. Cuando realmente me di cuenta de ello fué en un intercambio estudiantil que hice en Castellón de la Plana, España, una ciudad aproximadamente del mismo tamaño que Culiacán, la capital de Sinaloa. Ibamos a salir a cenar y preguntamos si era peligroso salir de noche, un maestro nos dijo que no, que lo más peligroso que había pasado en los últimos dos años fue el robo a una joyería cuando estaba cerrada, siendo Sinaloense y Mexicano en general pensé que era una broma, pero otro maestro asintió confirmando, en ese momento caí en cuenta de la gravedad del problema.
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Te haces independiente. Puedo decir que no dependo de nadie para sobrevivir, no quiere decir que no necesite a nadie, pero para un introvertido como yo haberme ido fue una bendición, aprendí a cocinar, a hacer todo tipo de trámites, y aunque no me siento muy cómodo que digamos, a preguntar, indagar y entablar conversaciones con todo tipo de gente cuando lo necesito. También aprendí a ser responsable.
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Aprendes a valorar (y ahorrar). Estando lejos aprendí que la familia es lo más importante (OJO: Esta es mi opinión), también aprendí que las cosas materiales no lo son tanto, como me he movido mucho siempre procuro tener pocas cosas, ya que al mudarme las tengo que regalar o mal-vender, así que siempre he tenido solo lo esencial para vivir cómodo, y he aprendido que no necesito más (solo libros, esos si me pesa dejarlos 😓). Un extra es aprender a viajar ligero y ser práctico.
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Tienes libertad. No hay que dar cuentas a nadie, incluso en las cosas sencillas, hoy puedes salirte a caminar sin rumbo, comerte una hamburguesa porque se te antojó o ir al cine en la mañana a ver la película que quieres, o si quieres hoy no tiendes tu cama, cuando estás en tu ciudad casi siempre hay que dar cuentas a alguien de lo que haces.
Ahora, no todo es bonito, también hay algunas desventajas.
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Estás solo(a). Aunque tengas roomies siempre hay un sentimiento de soledad, la familia está lejos y en caso de una emergencia no pueden estar rápidamente contigo, te hace sentir vulnerable, además es muy difícil hacer amigos en otras ciudades donde todos ya tienen sus grupos, en especial en otros países.
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Pierdes muchos contactos. Cuando te mudas de lugar, jamás volverás a ver a algunos amigos, y cuando visitas tu ciudad natal por una o dos semanas no da tiempo de verlos a todos, lo que yo he hecho para conservar amistades es llevar una agenda de mantenimiento de amigos, pero nunca es igual.
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No soy de aquí ni soy de allá. Tengo una relación de amor/odio por Culiacán, cuando no estoy allá la extraño, me encanta la autenticidad y calidez de su gente que no he encontrado en ningún otro lugar, pero estando allá la idiosincracia de su cultura (por ejemplo su desprecio por la autoridad y las reglas y su admiración por la narcocultura) me desesperan, en cierto momento sientes que no perteneces ni a la nueva ciudad ni a tu ciudad natal, todo mundo sigue con su vida y cuando vuelves de vacaciones te das cuenta de que tus amigos ya tienen otros intereses, jamás es igual, aunque hay amigos que parece como si no los hubieras dejado de ver.
Aún así creo que lo vale y recomiendo mucho hacerlo, si no por mucho tiempo, al menos sí un par de meses.