Recuerda la última vez que estuviste solo(a) por alguna razón, en especial en un lugar público, por ejemplo cuando llegaste más temprano que todos los demás a un restaurante, o estabas en la sala de espera de tu dentista, o esperando un vuelo o un autobús. Sin saber quien eres te puedo asegurar que no pasaron más de 5 minutos cuando ya traías el celular en la mano scrolleando en alguna red social, jugando o solo viendo la pantalla inicial sin razón.

Lo sé porque este comportamiento ya es muy normal y también me pasa a mi, es como un miedo a que los demás piensen que no tenemos nada que hacer, o un miedo al aburrimiento, pero sobre todo es que somos adictos al celular, y no es ninguna sorpresa, las apps están hechas específicamente por ingenieros avanzados, incluso psicólogos del comportamiento, para tenernos pegados a la pantalla, ¿por qué? simple, entre más tiempo veamos la pantalla más publicidad veremos.

La razón por la que nunca he tenido un smart watch y en lugar de ello prefiero un reloj normal es porque consulto la hora para muchas actividades que hago, pero cuando saco mi celular para ver la hora veo que hay una notificación de whatsapp, la respondo, luego veo otra de Instagram, entro y veo que es la notificación que para mí es la más inútil del mundo: “Fulanito, a quien quizas conozcas, está en Instagram”, pero ya estando en la app veo que hay un video divertido lo abro y luego empiezo a ver videos uno detrás de otro, luego de 30 minutos me acuerdo de lo que estaba haciendo y que solo quería ver la hora. Usar un reloj común me ha ayudado un poco a evitar esto, pero si tuviera un smart watch ya me conozco y sé que causaría el mismo efecto.

Aunque es muy, muy pero muy difícil ya no depender del celular, trato de hacer cosas que me alejen, como desactivar las notificaciones, hasta ahora no lo he logrado, lo he intentado y caído un montón de veces y sigo viéndolo mucho más de lo que quisiera, pero cosas como esta (resistirme a que ahora las notificaciones y ganas de ver la pantalla me lleguen a mi muñeca) creo que son pasos en la dirección correcta. Espero poder mantener mi palabra y no sucumbir a la mercadotecnia, que cerca he estado varias veces.