Tengo muchos años leyendo pero realmente poco escribiendo y estoy convencido de que en esto de la escritura, como en todo en la vida, la mejor forma de mejorar es practicando.

Por esto decidí empezar a escribir lo que pudiera y donde pudiera y encontré una página que me ha ayudado, se llama Diversidad Literaria, aquí puedes concursar enviando microrrelatos, la regla es que sean relatos super cortos de cinco renglones en letra Arial 12, si tu relato queda seleccionado se incluye en un libro que se pone a la venta, sin ganancias para el autor pero es una buena forma de practicar y ver plasmado lo que escribes, lo cual para mí, que hasta ahora escribo por pasatiempo, es suficiente.

Así que hasta el momento he enviado cinco relatos y aunque hasta ahora no he ganado ningún concurso ¡todos han quedado seleccionados 🥳!, así que ya hay cinco libros por ahí que tienen un pequeño texto mío. Te quiero compartir los cinco relatos aquí, espero que te gusten, cada concurso es de un tema particular que menciono antes del relato, por ejemplo “Inspiraciones nocturnas” debe mencionar algo relacionado con la noche, “Ellas” debe mencionar algo relacionado con las mujeres, etc.

Si das clic en el tema podrás ver dónde concursó y el libro donde lo puedes encontrar. Y como plus incluyo un relato inédito que en este momento está concursando, el tema es “Vampiros” 🧛‍♂️, sí ya leíste mi libro El sonido de la noche podría ser que reconozcas a un personaje 😉, espero que te guste.

Microterror

Ana corría despavorida, era la hora de la puesta del sol y no había ni un alma en la calle, aunque veía sombras que la miraban desde las ventanas, “Exile” de Taylor Swift sonaba en algún lugar, el tiempo se había acabado y sabía que venía a por ella, se arrepintió de haber hecho ese trato hacía un año, llegó a la casa al fondo de la calle y golpeó la puerta buscando ayuda, cuando ésta se abrió supo que era su fin.

Inspiraciones nocturnas

Cuando despertó ya se había puesto el sol, tocó su cabeza y sintió dolor donde se había golpeado al caer sobre una cama de grava al lado del río, agradeció que no se hubiera acercado algún animal feroz, regresó al bosque y notó algo extraño, no había sonido alguno. No le dio importancia, atravesó una línea de sauces y vio un lago que antes no había estado allí y que reflejaba la luna en todo su esplendor.

Universo de libros

“¿Cuántos libros tienes?” preguntó asombrado, las filas de libros llegaban hasta el horizonte “Los tengo todos” respondió ella, él abrió la boca con sorpresa “excepto uno, la versión en español de Un Tesoro de cuentos de hadas”, “Lo recuerdo, lo leí de niño, pero no creo que sea tan difícil de conseguir, imagino que tienes aquí libros más raros”, “Sí, pero este me ha eludido, creo que no somos el uno para el otro”.

Madre mía

“Adiós mamá” dije despidiéndome ya desde la calle y haciendo una señal de adiós con la mano, mientras ella, desde la puerta de lo que había sido mi hogar por tantos años, me daba su bendición con unas lágrimas disimuladas en una mueca de sonrisa “Dios me lo bendiga y me lo cuide a mi niño” pude leer en sus labios. Partía a buscar el éxito y mi destino a otro lugar, sin saber que ya lo tenía todo en casa.

Ellas

Todos llevaban caminando sin rumbo por días, no había esperanza, la era del hombre llegaba a su fin, hacía cincuenta años ya desde que la última mujer se había marchado, no quisieron entender hasta muy tarde, incluso se alegraron cuando perfeccionaron la clonación, creyeron que sería la solución, no lo fue, al hombre le faltaba lo más importante, faltaban ellas.

Vampiros

Se acercaron a la vieja con cautela, parecía solo una simple viejecita, sentada a la espera de que la sopa estuviera lista, pero Atuq lo sabía, sabía lo que había hecho, sabía sobre los bebés perdidos y nunca encontrados, sobre toda la sangre derramada, no, esta no era una simple viejecita, era una Tlahuelpuchi, una vampira mayor, y no había en todo el reino una más peligrosa y despiadada que ésta.