Hace un año, mi esposa, nuestro amigo Cesar y yo iniciamos un proyecto sin fines de lucro, llamado La casita de los libros. Es en parte un experimento y en parte una forma de compartir lo mucho que nos gusta la lectura.
El proyecto consiste en poner casitas con libros en casas o parques de la ciudad, para que las personas puedan tomarlos y tener más acceso a la lectura, la única regla: Toma uno y deja uno. La casita no estaría bajo supervisión, así que nuestra principal preocupación (al muy estilo de latinoamérica) era que la vandalizaran y/o se robaran los libros.
Para iniciar, nos lanzamos a un mercado de libros usados, y con ayuda de algunas donaciones juntamos unos 25 libros y construimos la casita de madera, que por cierto quedó de 💯. La instalamos en un parque en una colonia de clase media de la ciudad de Culiacán, Sinaloa, México. Estos fueron los costos aproximados de una casita en pesos mexicanos ($1.00 USD ~= $20.00 MXN en 2021):
- Libros: $2500.00 MXN
- Material de construcción: $1200.00 MXN
- Traslados, gasolina, etc: $300.00 MXN Total ~= $4000.00 MXN (Unos $200 USD en 2021)
Nos ahorramos la mano de obra porque Cesar se la rifó construyendo la casa, si quieres ver el resultado puedes hacerlo en la página de Facebook.
Nos encantó formar parte de este proyecto, pero como tuvimos que mudarnos de ciudad nos ha sido imposible continuar desde afuera y ha quedado en espera, es un gusto compartir los resultados que hemos obtenido hasta ahora:
- Para nuestra sorpresa la casita no ha sido vandalizada, sigue en pie y los vecinos la han cuidado. Creemos que en parte fue porque hablamos con algunos vecinos de alrededor del parque y les platicamos sobre el proyecto para que lo hicieran suyo.
- Varios adultos y niños se acercaron con interés al momento de instalar la casita para ver qué era y les gustó la idea.
- También hay una noticia no tan buena: Aunque ha habido intercambio de libros, los libros que dejamos en un inicio (Stephen king, Drácula, The Witcher, Cuentos para niños, etc.) fueron intercambiados por libros menos “interesantes” como “Semblanza de la agricultura de Sinaloa entre 1980 y 1986”, que son para un nicho muy específico de personas.
Con esto llegamos a la conclusión de que aunque las personas tienen ganas de leer, los libros son caros y no todos se pueden dar el lujo de dejar un libro comercial.
Tenemos pensado continuar con el proyecto a futuro cuando encontremos como resolver estos problemas, estaré posteando más adelante cuando lo retomemos.